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Los motores diésel modernos que utilizan inyección de combustible de alta presión para maximizar la potencia, aumentar la eficiencia y minimizar las emisiones de escape nocivas generan un calor tremendo. Si no se controla, este calor hace que el combustible diésel se descomponga térmicamente y se oxide. Esto conduce a que los inyectores contaminados con depósito y residuos negros tapen los filtros de combustible. El resultado es una pérdida dramática de potencia, arranques bruscos y daños potenciales en el motor. El combustible oxidado no proporcionará la lubricidad necesaria para la protección de los componentes.

BG DFC with Lubricity HP proporciona una protección sin igual al sistema de combustible cuando se encuentran con altas temperaturas de funcionamiento y presiones. Previene la formación de los subproductos del combustible que tapan los filtros y acumulan depósitos. BG DFC with Lubricity HP mantiene limpios los inyectores, corrige el ensuciamiento de las boquillas, reduce el humo de los gases de escape y protege las partes del motor contra la falta de lubricidad del combustible y la corrosión perjudicial. DFC with Lubricity HP se mezcla fácilmente con todos los combustibles diésel y es un excelente estabilizador de almacenamiento de combustible. Este aditivo de combustible diésel cumple con los requisitos federales de bajo contenido de azufre para uso en vehículos de motor diésel. Es seguro para todas las bombas y componentes del sistema diésel, incluyendo convertidores catalíticos y filtros de partículas. Sensor de oxígeno seguro. No contiene alcohol.

Añada a cada tanque de combustible. Un cuarto de galón (946 ml) de BG DFC with Lubricity HP trata 500 litros (1892 litros) o 1 galón (3,8 litros) de BG DFC with Lubricity HP trata 2.000 galones (7.570 litros) de combustible.